Viendo la imagen aparecida en CF 23/3/2010 de nuestra ministra de Sanidad con los representantes de las CCAA, parece que las risas de unos son los llantos de otros.
Hablábamos en un post reciente sobre la demonización del sector que parece estar empleando el gobierno español sobre la farmacia.
Tal como indica CF en su noticia de hoy, el Ministerio de Sanidad prevé modificar el margen fijo de los fármacos caros y elevar las escalas de las aportaciones para el RD 5/2000. Así lo recoge un borrador de real decreto que acordó con las autonomías el pasado jueves en el seno del Consejo Interterritorial. Se aliviaría así en parte la pérdida indirecta que sufriría la botica con las bajadas de precios previstas, concentradas especialmente en los genéricos.
Mis preguntas lanzadas al viento son muy sencillas,
- si los medicamentos caros se van de la farmacia para dispensarse en el hospital, para qué modifican el margen fijos de éstos.
- Elevar las escalas de aportaciones para el RD5/2000 en un momento de crisis en el que muchos farmacéuticos se plantean el poder pagar el sueldo de sus trabajadores o incluso, muchos farmacéuticos rurales se plantean su subsistencia... pregunten a un farmacéutico que acaba de adquirir su farmacia y tiene que pagar su crédito mensual. ¿Cómo va a solucionar esto? ¿Echándole más horas?
La demonización del farmacéutico por parte del público en general y de la Administración en particular es una culpa con la que tiene que vivir el farmacéutico. Parece ser que todo el gasto público sanitario se emplee en farmacia, sino no entiendo porque los recortes parece ser que solo se le apliquen a este sector. El año pasado se favoreció a la industria automovilística para que estas no sufrieran más pérdidas, para ello se incentivó la venta de coches pero... ¿que creen que es más importante, llevar un coche nuevo o poder pagar los medicamentos?
En mi opinión, hay algo más detrás de estas estrategias que los demás humanos plebeyos no conocemos. Tiempo al tiempo lectores, y ya verán.
Desde aquí nos limitamos a contar que si antaño las farmacias se valoraban por su proximidad a los centros de salud y su facturación de recetas, ahora la tendencia es a buscar lo contrario, poca receta, (poco margen) y más parafarmacia. De nuevo la Administración que se queja de que las farmacias se convierten en tiendas de salud, en las que no se practica AF, ni SFT ni actividades relacionadas con el conocimiento del uso de los medicamentos por parte de los usuarios, les pregunto... ¿cómo van a hacer eso con las bajadas constantes de precios?
La parafarmacia en España no despega como sí hace en otros países, el usuario sigue prefiriendo a la farmacia para ir a comprar sus productos.
El problema de los políticos sigue siendo el de siempre, NINGUNO de ellos se atreve a establecer el copago como única herramienta de supervivencia del modelo de sanidad para todos. Sin embargo, tienen el valor de ir menospreciando a la farmacia, y la farmacia no tiene el valor de levantarse.
O acaso creen que cuando el Gobierno liberalizó las petroleras, el precio de la gasolina y gasoil bajó estrepitosamente? No señores, eso no fue así, porque siguen habiendo unos costes fijos, de explotación, de aranceles etc. que hay que cubrir. Estos quieren convencer al público en general que el demonio reside en la farmacia y estos políticos son aquellos incapaces de ver más allá de sus narices.
Señores, hay que pensar con la cabeza adoptar medidas adecuadas para todo el segmento sanitario, empezando por los médicos en activo que adquieren medicamentos con recetas de pensionistas, o aquellos que cogen material del hospital para consumo propio o aquellos que pernoctan en hoteles de lujo mientras pagan los demás contribuyentes... control en el gasto es lo que necesitamos, pero que todos nos arremanguemos la camisa, no solo siempre el farmacéutico.
Ahí les dejo mi reflexión.
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